Un dispositivo que se hizo de rogar, ya que a pesar de ser presentado un 12 de septiembre no pudimos tenerlo en la mano hasta el pasado día 3 de noviembre. Problemas de producción, asociados a la complejidad del sistema TrueDepth, hicieron que los primeros compradores tuviesen una primera demora de hasta seis semanas para recibirlos.
Unos irregulares resultados de ventas, lo que unido un alto precio, escandaloso para muchos, ha hecho a Apple replantear la estrategia. ¿Por qué no lanzar un iPhone bueno pero sensiblemente más económico? Según el analista de KGI Securities Ming-Chi Kuo, hay sobre la mesa un iPhone con todas las características del iPhone X actual, es decir, Face ID y doble cámara, pero con una batería más optimizada y 4 GB de RAM y pantalla de 6,1 pulgadas LCD.
Y esta podría ser la carcasa del dispositivo que se viene preparando, con una** chasis metálico y una trasera de vidrio** que permita la carga inalámbrica, otra de las novedades implementada por los californianos en su serie 8 y en el dispositivo del décimo aniversario.
Apple quiere sorprender y sobre todo acallar las voces críticas que le recriminan la lentitud con la que acopla ciertas mejoras con respecto a otros fabricantes, como la mencionada carga inalámbrica. Asimismo se espera que haya una rebaja ligeramente significativa con este nuevo modelo, al montar un panel LCD que es más económico de producir que los AMOLED, que dan mejores resultados en cuanto a nitidez y optimización de energía.
La keynote de septiembre se perfila como la fecha más probable de su presentación, si bien en junio en la WWDC se espera una vuelta de tuerca en cuanto a software y se presenten las líneas maestras de iOS 12.
Vía | patentlyapple
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