Aunque los últimos modelos de iPhone —desde la versión iPhone 7— son resistentes al agua o Water Resistant, esto no significa que sean Waterproof. Esto quiere decir que resiste salpicaduras de agua, pero no es resistente a inmersiones bajo el agua. Y decimos esto porque ambos términos pueden llevar a confusión. También entran en juego las atmósferas (ATM) que pueden soportar, pero esto es harina de otro costal.
Dicho esto, Apple, en dispositivos a partir del año 2006 en adelante, incluyó unos indicadores de contacto de líquidos en todos los modelos de iPhone y iPod. Es decir, si echamos la vista atrás, te podríamos decir que partiríamos del iPhone 3G. Por otro lado, Apple publicaba a finales del pasado año 2017, una tabla en la que podíamos ver la situación de estos indicadores de contacto de líquido o Liquid Contact Indicators (LCI).
Antes de continuar con este tema, deberíamos hacer un repaso a lo que la propia Apple comenta en su web de soporte: « […]La resistencia a las salpicaduras, al agua y al polvo no es permanente y puede disminuir como consecuencia del uso habitual. La garantía no cubre los daños producidos por líquidos.»
Por otro lado, los usos que se desaconsejas en el iPhone, aun teniendo el certificado IP67, son los siguientes:
- Nadar o bañarte con el iPhone
- Exponer el iPhone a agua a presión o alta velocidad, por ejemplo, en la ducha o al practicar deportes acuáticos como esquí acuático, wakeboard, surf, montar en moto acuática, etc.
- Utilizar el iPhone en una sauna o un baño de vapor
- Sumergir a propósito el iPhone en agua
- Utilizar el iPhone fuera de los rangos de temperatura recomendados o en ambientes muy húmedos
- Dejar caer el iPhone o exponerlo a otro tipo de golpes
- Desmontar el iPhone, incluida la extracción de los tornillos
iPhone X
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