No, lo nuestro con Android no es manía ni inquina de ningún tipo. Es que simplemente creemos que iPhone y su iOS son mejores, más rápidos, fluidos y seguros que cualquier Android. Lo peor es que en los últimos tiempos Android se ha “subido a la parra” con sus precios y como sabes, ya es posible encontrar iPhone bastante más baratos que algunos terminales de Android.
Lo curioso de Android es que sus admiradores se llenan la boca con grandes cifras como “cámaras de 20 megapíxeles” u “8 GB de RAM” y un sin fin de datos que curiosamente, a la hora de la verdad no sirven de nada: ¿Qué sentido tiene tener una cámara de 20 megapixeles si el resto del ecosistema no lo acompaña, si no tiene un buen estabilizador? Ninguno. Al final, los iPhone de Apple tendrán especificaciones más humildes pero su rendimiento es siempre superior.
Siempre va a haber piques entre Apple y Samsung, eso está claro. Además, ya hemos visto unas cuantas comparativas entre diversas espeficaciones en los que a veces gana uno y otras, otro. Pero estas comparaciones suelen ser entre el Galaxy S8 y el iPhone 7, lo mejor de lo mejor de cada casa.
Duelo de velocidad: iPhone 6s vs Samsung Galaxy S8
Hoy lo vamos a poner más difícil todavía, ¿qué te parece comparar un Samsung Galaxy S8 — el mejor móvil Android del mercado — frente al iPhone 6s, un terminal de 2015? A priori, debería ser un paseo para el Galaxy S8 que cuenta con el doble de RAM y una CPU más potente.
El resultado te va dejar con la boca abierta: mientras que el Galaxy S8 es más rápido abriendo apps ligeras, el iPhone se desmarca cargando antes las apps con gran carga gráfica. Es decir, el iPhone 6s es mejor reteniendo apps en la memoria y recuperándolas mucho más rápido.
La clave de todo no son los 4GB de RAM frente a los 2 del iPhone 6s sino su entorno, gracias a Apple y su férreo control sobre el hardware con iOS, que incluye más restricciones a apps de terceros, su sistema operativo usa sus limitados recursos de manera mucho más eficiente, por eso los iPhone han sido históricamente más rápidos que los mejores terminales y lo seguirán siendo. Android da más libertad a los desarrolladores para estructurar las estructuras de sus apps, pero esto repercute directamente en la eficiencia.
Así que una vez más, recuerda: no todo es cuestión de números sino de eficiencia. Ahora plantéate las diferencias de precio, los rendimientos y si mereció la pena en 2015 adquirir un terminal que dos años después sigue siendo más rápido que móviles que llevan un mes en el mercado y casi cuestan mil dolares.
Via | BGR y ipadizate
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