Apple: la historia de la empresa más valiosa del mundo explicada a través de su cotización en bolsa


Apple es una de las empresas más revolucionarias de los últimos años. Sus productos han supuesto un antes y un después para el mercado y los consumidores. Pero lo cierto es que la historia de Apple va mucho más allá del iPhone, el iPad o Steve Jobs. La semana pasada se convirtió en la primera cotizada cuyo valor ha sobrepasado la barrera de los 800.000 millones de dólares (en euros, unos 730.000 millones) y ya ronda los 812.000 millones. Actualmente, Apple equivale a seis Inditex, la empresa española más valiosa, y que convertiría a la firma en la decimoséptima economía del mundo si fuera un país.

La historia en bolsa de la compañía de Cupertino se remonta al 12 de diciembre de 1980, cuando empezó a cotizar. En su puesta de largo, cada una de sus acciones tenía un precio de 0,5 dólares (cifra que tiene en cuenta el movimiento que hizo la empresa en junio de 2014 para abaratar el precio de las acciones al juntar siete títulos en uno solo, denominado split), mientras que actualmente se mueven por encima de 155 dólares. Esto significa que en estas casi cuatro décadas, sus títulos se han revalorizado un 30.900%.

La compañía se ha enfrentado a varias crisis económicas mundiales, al estallido de la burbuja puntocom, a estar al borde de la bancarrota y a la muerte del hombre con el que emprendió el camino hacia el éxito y que fue su CEO durante 24 años: Steve Jobs.

Mientras tanto, ha revolucionado el mercado de los dispositivos móviles y electrónicos con productos como el iPod (desde su lanzamiento el 23 de octubre de 2001 ha vendido más de 400 millones de unidades), el iPhone (llegó al mercado el 29 de junio de 2007 y ya hay más de 1.000 millones de smartphones en manos de los consumidores) y el iPad(la tableta empezó a venderse el 3 de abril de 2010 y ya ha colocado 250 millones de unidades). A todos ellos se suman otros ‘inventos’ como el Mac y el Apple Watch, pero sin duda el buque insignia de Apple es el iPhone. “Desde que salió al mercado, todos los smartphones intentan parecerse a él. Fue un producto completamente disruptivo que cambió la concepción que tenía el mundo de los teléfonos y es el verdadero diferencial”, asegura Enrique Dans, profesor de Sistemas de la Información en IE Business School.

Tras vivir todos esos buenos y malos momentos, el gigante tecnológico ha conseguido sobrevivir en bolsa y su valor de mercado está en máximos históricos.

Pero, ¿cómo es posible que haya tenido tanto éxito entre los inversores? Durante sus primeros 30 años en el mercado, las acciones de Apple apenas se movieron, mientras que desde el año 2007, coincidiendo con el lanzamiento de la primera versión del iPhone y una década después de la vuelta de Steve Jobs a la compañía (su regreso se produjo el 16 de septiembre de 1997), empezó a remontar el vuelo.

“Hasta el año 98, las acciones de Apple se movieron en un rango lateral. Entonces se empezaron a beneficiar del rally tecnológico y en apenas dos años (1998 a 2000), sus títulos llegaron a subir un 140%. El estallido de la burbuja de las puntocom supuso un giro de 180 grados y tuvo varios años de sufrimiento hasta volver prácticamente a la casilla de salida. Ya en 2003 se embarcó en un movimiento alcista que se mantiene actualmente. Desde aquel año, y a pesar de haber vivido numerosos altibajos, se ha revalorizado de forma espectacular y lo más probable es que lo siga haciendo bien”, explica Ricardo González, director general de esBolsa.com.

Su receta del éxito, dicen los expertos, es combinar la gestión de sus recursos y su cadena de producción (proveedores, distribuidores…) con saber vender y conseguir buenos márgenes.

“Y creo que ahí está el quid del asunto. Apple sabe diseñar y fabricar productos de muy buena calidad y que ofrecen lo que el cliente quiere y necesita. Por algo sus productos tienen un índice de satisfacción del 98% o incluso superior. Consigue que millones de personas usen sus productos y, más importante, que estén dispuestos a pagar por ellos. Creo que ese valor propio y el hecho de que la competencia directa no ha sabido ofrecer algo del mismo nivel y a todos los niveles son la clave de su éxito”, opina Carlos Buchart, profesor asociado de Tecnun-Universidad de Navarra e ingeniero de la empresa STT Systems.

La capacidad que ha demostrado Apple para seguir creciendo ha logrado ser más fuerte que una de las mayores crisis que ha sufrido la compañía: la muerte de Steve Jobs el 5 de octubre de 2011. Fueron muchos los que, por aquel entonces, vislumbraron un parón y un cambio de rumbo de la mano de su nuevo CEO que podría poner en jaque el liderazgo del gigante de la manzana mordida en el sector tecnológico mundial. Sin embargo, estas previsiones apocalípticas no se han terminado cumpliendo.

“Tim Cook es un directivo mucho menos pasional e inspirador que Steve Jobs, pero va mucho más a la optimización y a las métricas. A pesar de las dudas que pudieron surgir, el tiempo ha dejado claro que ha superado bastante bien una herencia complicada”, comenta Enrique Dans.

Buchart, por su parte, recuerda que otro acierto de Apple fue crear una estructura empresarial capaz de prescindir de celebridades. “Jobs supo crear una empresa que durara en el tiempo, tomó una empresa al borde la bancarrota y la convirtió en una empresa valiosa y, sobretodo, capaz de seguir su curso. Pensar que Jobs lo era todo es dar demasiado poder y protagonismo a una sola persona y quitárselo a las masas de diseñadores, ingenieros, ejecutivos y demás trabajadores que siguen ahí. Además, ya van 5 años y medio de su muerte, y Apple no hace sino crecer y evolucionar bajo el mando de Cook que, igualmente, no es el único a cargo”, afirma.
Hace de oro a sus accionistas

La evolución alcista de Apple ha permitido a los accionistas sacar una rentabilidad envidiable. Para hacerse una idea de cuánto han conseguido, basta recordar que 1.000 dólares de inversión en la compañía el día de su estreno (12 de diciembre de 1980) se traducirían hoy en 359.932 dólares, teniendo en cuenta para el cálculo la revalorización de las acciones y los dividendos. Así, la rentabilidad total alcanzaría un 35.893%, mientras que la anualizada rondaría el 17,55%.

Imaginemos ahora que en vez de invertir esos 1.000 dólares cuando la firma salió a bolsa (y, por qué no decirlo, no era la empresa que es hoy en día) lo hubiéramos hecho el 16 de septiembre de 1997, cuando Steve Jobs regresó a Apple como CEO. En este caso, el capital final alcanzaría 215.291 dólares, tras apuntarse una rentabilidad total del 21.429% y un rendimiento anualizado del 31,46%.

Si viajamos en el tiempo y nos acercamos a la fecha en la que la compañía empezó a dibujar como es hoy, las cifras siguen sorprendiendo. Si hubiéramos invertido 1.000 dólares el 23 de octubre de 2001, justo cuando llegó al mercado el iPod, nuestro capital actual sería de 130.015 dólares. Y es que habríamos obtenido un rendimiento total del 12.901% y uno anualizado del 36,78%.

Si el inversor se hubiera esperado hasta el estreno del iPhone para ‘entrar’ en la compañía, su capital inicial de 1.000 dólares se hubiera convertido en 9.649,8 dólares actualmente. Y es que la rentabilidad total desde el 29 de junio de 2007 hasta ahora se acerca al 865%, siendo del 25,85% anual.

El último ejemplo lo centraremos en una etapa más reciente, de esta misma década: el traspaso de poderes a Tim Cook tras la muerte de Jobs. Desde el 5 de octubre de 2011, la rentabilidad total que hubiera obtenido un inversor tras invertir 1.000 dólares ascendería al 208,2%, lo que arroja un rendimiento anualizado del 22,3% y un capital final de 3.082,3 dólares.

Se trata, en cualquier caso, de unos resultados que ya quisieran haber conseguido muchos productos de inversión. En España, por ejemplo, los fondos de inversión más rentables de los últimos 25 años han estado vinculados a la bolsa española y ni siquiera han conseguido una rentabilidad anualizada de dos dígitos.
Más subidas a la vista

El buen aspecto técnico de Apple no es el único factor que adelanta más subidas en el precio de sus acciones. Otro síntoma de que el mercado apuesta por nuevos récords es la recomendación que tiene en el consenso de Bloomberg.

De las 49 casas de análisis que siguen la evolución del valor, 38 tienen una recomendación actual de compra, mientras que otras 10 aconsejan a los inversores mantener en cartera los títulos de Apple y solo una firma recomienda deshacer posiciones. En lo que a la previsión de sus acciones se refiere, hay cifras de todo tipo. La mayoría cree que, a corto plazo, cada acción del gigante de la manzana mordida se moverá entre 160 y 165 dólares, aproximadamente un 6% por encima del nivel actual. No obstante, hay firmas más optimistas: tres recomendaciones elevan el precio objetivo hasta los 170 dólares, otras dos hasta los 180 dólares, mientras que una incluso cree que los títulos podrían superar los 200 dólares en un plazo máximo de 12 meses, lo que significaría que podrían repuntar hasta un 30% desde el nivel actual.

Si se cumplen los mejores pronósticos que manejan hoy en día los analistas, Apple tendría a tiro alcanzar el billón de dólares de valor de mercado, algo que ninguna empresa ha conseguido hasta la fecha. “¿Y por qué no? En un año y poco ha pasado de 700.000 millones a 800.000 millones. Mantener el ritmo no es fácil, pero tampoco es imposible”, sostiene el profesor de Tecnun-Universidad de Navarra.

Enrique Dans también ve posible que se convierta en la cotizada del billón de dólares. “El propio mercado está en crecimiento y además es una empresa que vive en bolsa de los lanzamientos de productos. Si alguno tiene un gran éxito, el valor tendrá una volatilidad positiva”, explica.

En esa misma línea se mueve Ángel Pérez, analista de Renta 4, quien afirma que es “mientras vaya sacando nuevos productos, debería seguir haciéndolo bien. Es una empresa con mucha liquidez gracias a que cotiza en uno de los indicadores más importantes del mundo (el Nasdaq 100 tecnológico), lo que le permite estar en el radar de muchos fondos de inversión que se dedican a invertir directamente en índices. Además, está diversificando sus fuentes de ingresos (no solo vende productos, sino que también vende servicios a través de la Apple Store), tiene miles de millones de dólares efectivos en caja y reparte dividendo”, concluye el analista.

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