Pero esos 6 meses de margen pueden ser una ventaja para Apple, que ya ha visto cómo el reconocimiento facial de Samsung puede ser fácilmente “trolleado” con algo de paciencia y una cámara. Además, Apple guarda bazas ocultas, y es que los de Cupertino no sólo planean incluir lo mismo que ya lleva el Samsung, sino que también se encuentran en fase de investigación y desarrollo de otras funciones que sabemos que contarán los iPhone de 2017 como puede ser la realidad aumentada y True Tone.
La cámara frontal contará con la tecnología VCSEL (vertical-cavity surface-emitting laser o emisora de láser superficial con cavidades verticales) basada en la tecnología DOE (diffractive optical elements o de difracción de elementos óptimos), que permitirá tanto el sensor 3D como el modelado 3D. ¿Y qué utilidades tienen este montón de siglas?
La primera consecuencia de todo esto es que las cámaras del iPhone 8 harán morder el polvo a las del Galaxy S8 en funciones 3D que requieran realidad aumentada (AR) o realidad virtual (VR), algo a lo que quizás a día de hoy no le veamos mucha utilidad pero que será una tendencia al alza en el mercado de las apps.
La segunda es que ofrecerán mayor seguridad y fiabilidad en su reconocimiento facial. Y es que una cámara frontal con sensor 3D sí que permitirá un desbloqueo verdaderamente efectivo empleando la cara del usuario de forma segura, gracias al escaneado de las profundidades del área, para que nos entendamos, que a diferencia de Samsung y su tecnología, la de Apple no será fácilmente vulnerable con una simple fotografía. Por ello Samsung no permite usar el reconocimiento facial para Samsung Pay, algo que si que podría hacer Apple con su plataforma Apple Pay.
Vía | BGR
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