Se llevaba tiempo sugiriendo. Pero hay más razones para pensar que, sí, que el próximo modelo de iPhone, quién sabe si se llamará iPhone 7S, 8 o simplemente X (qué más dará), se sumará a la corriente de la industria: el de las pantallas alargadas que cubren gran parte del frontal.
Según informa «Bloomberg», Apple prepara una gran actualización en cuanto a diseño y estética para el décimo aniversario de su teléfono móvil inteligente. La compañía americana está probando un iPhone cuya pantalla tenga los bordes curvados y cubra gran parte del frontal. Una de las versiones, se sospecha, se fabricará en acero inoxidable en lugar del aluminio presente en la gran mayoría de dispositivos móviles avanzados.
El próximo iPhone será, pues, algo especial. La idea de agrandar la pantalla representa una tendencia a la que ya se han sumado firmas como LG (con su flamante G6) Xiaomi (con el ingenioso Mi Mix) o Samsung (con su esperado Galaxy S8). Y, por motivos lógicos, habrá una edición especial conmemorativa del décimo aniversario de la llegada del primer modelo.
Una ocasión para que el gigante de internet logre una revisión total de su producto estrella, que representa el 60% de los ingresos totales. Sin embargo, esta gran apuesta puede trastocar los planes de cubrir las fechas previstas para el lanzamientos, por lo que se cree que el nuevo iPhone llegará a las tiendas más tarde de lo previsto. Ese nuevo modelo «premium» contará con una pantalla orgánica OLED que mostrará colores más intensos y contrastes más profundos que la tecnología actual de cristal líquido o LCD.
Los nuevos detalles apuntan, en efecto, que el cristal de la pantalla será curvado por los bordes pero que cubrirá gran parte del chasis, con lo que se podrá llevar el mismo tamaño de por ejemplo el iPhone 7 Plus sobre las dimensiones del iPhone 7. De esta forma, el usuario se encontrará con un amplio espacio para visualizar contenido multimedia pero no afectará la comodidad en su manejo.
Una idea en la que trabaja Apple es trasladar el botón Inicio a la parte al igual que ha hecho Samsung en el Galaxy S8, pero este movimiento podría acarrear el mismo problema: el lector de huellas dactilares será más incómodo de utilizar, aunque se sospecha que la compañía ha probado un prototipo de sensor biométrico debajo de un panel OLED, un concepto en el que también trabajó su rival coreano pero se desechó a última horas por las dificultades técnicas.
Son muchas las características que están en el aire, pero conforme pasa el tiempo se descubren nuevos detalles que ayudan a perfilar el diseño final. Respecto a las cámaras, Apple prepara un nuevo iPhone con doble lente fabricada con componentes de Sony y una frontal de una sola cámara al igual que los modelos actuales, aunque se cree que, finalmente, incorporará alguna opción para soportar la incipiente tecnología de realidad aumentada. Como es de esperar, los nuevos terminales debutarán con el sistema operativo iOS 11, cuyas novedades se anunciarán durante la conferencia anual de desarrolladores WWDC prevista para junio.
En otras cuestiones técnicas, la firma de la manzana también ha estado probando procesadores de fabricación propia basados en un proceso de producción de 10 nanómetros que lograrían reducir sus dimensiones y que lograrían una mayor eficiencia y menor consumo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.