Pero es algo lógico si tenemos en cuenta cómo han evolucionado y que ahora cuentan con características como la resistencia al agua y al polvo. Todo ello deriva en que sus entrañas son más complicadas y sus cuerpos están sellados.
Reparar un teléfono en la actualidad no es lo mismo que antes
Gracias a minuciosos análisis de equipos como el de iFixit, podemos ver la dificultad que presenta cada modelo de cara a una reparación. La mayoría de terminales actuales ya no permiten sacar la batería, por ejemplo. Y es que los smartphones de hoy en día están diseñados para no abrirlos.
Componentes tan susceptibles de romperse como son las pantallas, suponen en la mayoría de los casos un quebradero de cabeza a la hora de reparar. Podemos intentarlo nosotros mismos siguiendo tutoriales de YouTue o llevar el teléfono a un establecimiento de dudosa fiabilidad, donde nos harán una chapuza (nada recomendable).
Por supuesto, siempre contamos con la opción de recurrir a los servicios técnicos oficiales de cada fabricante donde utilizan piezas originales. Pero puede que por precios o comodidad prefiramos acudir a otros talleres de reparación, lo malo es que aunque haya profesionales muy capaces de arreglar casi cualquier daño, podemos perder la garantía del teléfono.
Apple se niega al “Derecho a Reparar”
Aunque no es la única, Apple se esfuerza en poner las cosas difíciles en cuanto a reparaciones. De hecho, los análisis de iFixit revelan el esmero que pone la firma de la manzana para evitar que otros “metan mano” a sus dispositivos. Sólo otorga el Premium Reseller a aquellas empresas que vayan a hacer uso de las certificaciones oficiales y los componentes originales.
Además, para recibir este status, las empresas están obligadas a cumplir con los compromisos que Apple exige. Y no todas pueden. Es por ello que algunas empresas de reparación en Estados Unidos están impulsando el “Derecho a Reparar” que, como señalan en Omicrono, pasa del sector del automóvil al de los teléfonos. El objetivo es que los usuarios podamos llevar a reparar el smartphone a lugares no oficiales, o incluso poder repararlo nosotros con los componentes originales.
Este derecho se basa en las leyes que defienden la distribución de piezas oficiales a las empresas independientes. Como apuntan desde Applesfera, los fabricantes también estarían obligados a hacer públicos sus manuales de diagnóstico y servicios. Si estas leyes se aprueban, Apple estará en la obligación de vender sus piezas oficiales para que otras empresas puedan reparar sus productos.
Desde hace meses este tema está en el candelero en Estados Unidos. Nebraska, uno de los primeros ocho estados en contemplar la ampliación del “Derecho a Reparar” a la tecnología, está considerando aprobar la nueva ley. Pero antes de ser aprobada habrá apelaciones y, tal y como recoge Motherboard, Apple está dispuesta a declarar en contra. Lo hará a través de un representante y en compañía de AT&T, operadora estadounidense. ¿Logrará imponer sus normas?
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