Millonario inversionista de Uber y Slack quiere que el estado se separe del país y habla muy en serio.
No es una novedad que la mayoría de los grandes magnates tecnológicos y residentes de Sillicon Valley en California no estaba muy contentos con la idea de tener a Donald Trump como presidente al considerarlo un peligro para los avances del área. Ahora que Trump fue electo, hay uno de esos magnates que está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias, al punto de querer hacer que California sea un país.
Es la idea de Shervin Pishevar, cofundador de Hyperloop One -empresa que busca crear el tren de alta velocidad de Elon Musk- e inversionista de Uber, Slack y Airbnb, quien ayer durante el día de elecciones dijo en su cuenta de Twitter: "Si Trump gana, voy a anunciar y financiar una campaña legítima para que California se vuelva su propia nación".
Varios medios le consultaron el día de hoy si "iba en serio" y el respondió con orgullo que "si, es lo más patriótico que puedo hacer" por lo que invertirá de su propio bolsillo para ver si la gente del condado está dispuesto a separarse del resto de América y transformarse en la "sexta economía más grande del mundo". El plan es crear una nueva convención constitucional, lo que luego podría permitir a California volver a ser un estado si así lo desea.
Entre otros colegas del mundo Tech que se subieron al carro para apoyarlo se encuentran Dave Morin, creador de la red social Path, y Marc Hemeon, fundador de Design Inc. y ex-empleado de Google.
Shervin está yendo tan lejos con esto que ha decidido abandonar su posición en el gobierno donde era parte del Fullbright Board, encargada de dar becas escolares en el país. Escribió una carta a Barack Obama renunciando a su cargo ya que no se imaginaba sirviéndole a Trump y para poner todo su tiempo y disposición en esta insólita campaña para convertir a California en un país.
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