Para usar el Apple Watch sin iPhone tendrás aún que esperar un año más

Era uno de los deseos de muchos y la queja de muchos, pero parece que en ambos casos se va a tener que esperar porque a pesar de los esfuerzos de Apple la compañía no lo ha conseguido para esta nueva generación de Apple Watch que supuestamente se nos presentará en septiembre. La independencia del Apple Watch respecto al iPhone va a seguir sin conseguirse en la segunda generación que previsiblemente se lance a finales de este año, aunque gracias a algunas mejoras que se incorporarán será un problema menos importante que en la primera generación.

Ha sido Mark Gurman el que citando fuentes muy cercanas a la compañía nos ha desvelado que a pesar de los esfuerzos realizados en este sentido, Apple no ha conseguido dotar al nuevo Apple Watch de conectividad propia, paso indispensable para poder usarlo sin tener que llevar el iPhone encima. Y el problema es el que todos nos podemos imaginar: la batería. Los actuales chips LTE consumen demasiada batería y un dispositivo tan pequeño como el Apple Watch no puede albergar una batería lo suficientemente grande como para aguantar un día completo.

Apple ya está trabajando para conseguir chips LTE más eficientes que puedan incorporarse a una futura generación, pero para la que llegará este final de año ya ha incorporado algunas novedades que paliará esta dependencia respecto al iPhone. Un nuevo chip GPS permitirá que el reloj conozca nuestra ubicación y nos permita por ejemplo correr sin tener que llevar el iPhone encima, y poder después trazar en un mapa nuestro recorrido. Esto, junto a la ya existente posibilidad de almacenar música y escucharla mediante unos auriculares Bluetooth, lo convertiría ya en un perfecto “wearable” para llevarlo a correr. Aunque obviamente seguiremos sin recibir WhatsApp ni llamadas telefónicas sin tener el iPhone cerca.

Además del GPS, Apple incorporará nuevos sensores biométricos para cuantificar más constantes vitales, como nuestras respiraciones. Este añadido podría permitirnos monitorizar de forma más precisa nuestro sueño, uniéndose a los datos ya capturados por el sensor de frecuencia cardiaca y el de movimiento. No nos olvidemos de que el nuevo Apple Watch también puede tener funciones que dependan de software, y no de un hardware dedicado. La posibilidad de conectarse a redes WiFi para conseguir conectividad propia sin iPhone podría llegar en esta nueva generación, y también conseguiría dotarle de mayor independencia.