La industria del smartphone tiene la misión de mejorar e innovar de forma anual con el propósito de atraer más y más usuarios cada año para así seguir batiendo récords en ventas y ser la marca/empresa más reconocida y reputada del mercado, sin embargo esto cada año es más difícil, hemos tocado prácticamente todos los ámbitos, desde pantallas (empezando con las pantallas retina y terminando por las QHD, sensores (acelerómetros, giroscopios, sensores de ritmo cardíaco, lectores de huella digital, copoprocesadores de movimiento..), procesadores (más núcleos, más RAM, mayor frecuencia de reloj, arquitectura de 64 bits, mayor eficiencia y menor tamaño, etc…), y finalmente llega un día en el que no queda nada que pueda mejorar a corto plazo.
Si bien es cierto que los fabricantes no ponen toda la carne en el asador cada año (y así poder reservarse cosas para el siguiente), también lo es que cada vez queda menos carne que poner, sin embargo hay un aspecto que a pesar de mejorar cada año y ser muy decente, tiene mucho margen de innovación, y estoy hablando de las cámaras.
Esto es un hecho que se hizo patente en el pasado Mobile World Congress 2016, todos los fabricantes apostaban por paneles FullHD o QHD, sensor de huellas, el SoC Snapdragon 820, más RAM, pero el único apartado donde cada compañía innovó a su forma es el apartado de la cámara.
Pudimos ver de primera mano como Samsung descendía los megapixeles de su cámara hasta los 12Mpx y habilitaba tecnologías como Dual Pixel que le permiten obtener el autofocus más rápido y eficaz del mercado, a LG con sus G5 y la doble cámara trasera que le permite obtener un ángulo de visión descomunal y “”zoom óptico””, a Sony con sus sensores de más de 20Mpx y unas tecnologías asombrosas como el seguimiento de enfoque, enfoque predictivo e incluso la habilitación de un atajo (mantener pulsado un botón dedicado) para hacer una fotografía de la forma más rápida posible, y como pudimos comprobar, así fue, manteniendo pulsado el botón de fotografiar mientras el smartphone estaba bloqueado pudimos hacer una foto a un objeto en movimiento de forma que se hiciese en el momento perfecto y quedase alucinante, misión cumplida.
Todo esto solo significa una cosa, y es que 2016 es el año de las cámaras, y este sondeo de mercado nos permite también saber que podemos esperar de Apple para su próximo buque insignia.
Los rumores sobre el iPhone 7 también encaminan en esta dirección, algunos han comido mucha fuerza como el de un iPhone 7 con doble objetivo pero…. Todos sabemos que eso no es todo, Apple no se limitaría a presentar un iPhone con dos cámaras y decir que hace mejores fotos, ellos suelen acompañar sus novedades con un software que saque lo mejor de ellas, y es aquí donde Apple podría sorprendernos ya que no hay rumor alguno sobre ello. ¿Como podrían aprovechar un doble objetivo? ¿Que nuevos modos se incluirían en la aplicación de cámara? ¿Como afectaría la inclusión de un nuevo módulo a los modos ya existentes?
Nos podemos plantear una infinidad de preguntas, pero lo que está claro es que si el río suena agua lleva, y visto el mercado de este año, Apple va a tener que golpear fuerte sobre la mesa con el iPhone 7 si quiere enamorar de nuevo a más de uno y seguir siendo la envidia de muchos otros.
Esto por supuesto no indica que sea el único aspecto en el que se pueda innovar, quedan aspectos como la batería, la salud, los materiales, el sonido y algunos más, y aquí también se espera que Apple se haga reconocer, eliminando por ejemplo el jack de 3’5mm por primera vez en tantos años (no se considera innovación la inclusión de un segundo altavoz, ya que altavoces estéreo no son ninguna novedad en este mercado).
Fuente:actualidadiphone
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