La realidad nos dice que los actuales gadgets tienen los días contados. De hecho, la renovación anual de cada uno de los principales smartphones y tablets, así como de los principales ordenadores hace que año tras año estos pierdan valor por llegar los nuevos al mercado. Sin embargo, Apple vuelve a ser en esto una excepción a las reglas. Y no me refiero al hecho de que el iPhone sea uno de los terminales que menos pierda valor, sino más bien al dineral que se paga por los gadgets que firma la compañía con el paso de los años.
En Amazon, en Ebay y en otras webs hemos visto grandes ejemplos de todo ello. Y si bien los prototipos que no han salido al mercado son para todos los que los coleccionan un objeto por el que pagar mucho dinero en prácticamente todas las marcas, en el caso de Apple esta condición se acentúa. Pero lo curioso es que no solamente son los prototipos por los que se pagan cifras astronómicas. Es más, aquellos que conservaron dispositivos antiguos en muy buen estado, vieron como se revalorizaban en sus ventas como si se tratase de una inversión.
Por ejemplo, hace apenas unas semanas salía a la venta un iPhone 2G, es decir el primero de la serie que inauguró el que hoy es uno de los teléfonos más deseados en el mundo. La unidad estaba sin tocar, todavía en su caja. Por aquel entonces, cuando salió al mercado, su dueño pagó por él 599$ más el contrato bienal que había que firmar con AT&T. Pero el rendimiento que obtuvo fue absoluto, ya que consiguió venderlo en Amazon por nada menos que 25.000$. Lógicamente, no se pagó por la tecnología de hace ya 8 años, sino por un objeto que es presa de coleccionistas de gadgets de Apple. Una locura para muchos, una pasión para otros. Está claro que Apple siempre está dónde hay controversia.
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