El zafiro promete ser lo último en métodos para proteger la pantalla de un smartphone. Aunque aún no queda del todo claro si se comporta mejor o peor que alternativas como el Gorilla Glass ante caídas, lo cierto es que el cristal de zafiro será mucho más resistente a los arañazos. Sin embargo, tiene un inconveniente y es que se trata de un material escaso, caro y difícil de moldear.
El mejor posicionado era el iPhablet
Nuestro compañero Quique Mencía nos hablaba la semana pasada de todos los secretos que esconde el zafiro, cristal que ha tomado mayor relevancia en el sector desde que se supiese que Apple lo incluirá en su iPhone 6. Tras su lectura podemos comprender el por qué de su exclusividad y la expectación generada. Esa expectación ha sido la que ha promovido que noticias referentes a esta capa protectora tomaran mayor relevancia. Especial interés ha generado la información que hablaba de qué modelos incorporarían la mentada capa de zafiro. La versión más aceptada hasta el momento era la que proponía el iPhone 6 de 5.5 pulgadas como único equipo en ofrecer una mayor seguridad para la pantalla. Y es que la escasez de este material habría empujado a Apple a tejer una nueva estrategia comercial. Obviamente, la versión phablet era la mejor colocada ya que por exclusividad y tamaño de la pantalla encajaba mejor como elección.
Y así lo esperábamos hasta que la versión digital del Wall Street Journal se pronunciase al respecto. Dada la importancia de este medio, que no suele publicar rumores sin base, hemos de valorar como primera opción la información expuesta por el tabloide. Según éste, Apple habría decidido en última instancia repartir las existencias de las láminas de zafiro disponibles entre las dos versiones del iPhone 6, tanto la de 4.7 como la de 5.5 pulgadas. Sin embargo, el truco estará en que solo contarán con zafiro las más costosas, las más completas, de lo cual extraemos que serán las que mayor capacidad de almacenamiento dispongan. Asimismo, Apple encarecerá aún más las versiones con zafiro, amparada en que el tratamiento, fabricación y coste del propio material encarece aún más el producto. Dado que es conocida la estrategia de la firma a la hora de fijar precio atendiendo a la memoria interna del iPhone (100 euros adicionales y así sucesivamente a partir del modelo de 16 GB), habrá que comprobar qué sobrecoste cree oportuno aplicar la californiana. Por tanto, parece que la escasez y exclusividad del zafiro, lejos de perjudicar su imagen, será un instrumento más para sacar partido y ganancias de un modelo que en el mercado es de los que mayor margen de beneficios genera.
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