En primer lugar, y aunque aún es pronto para confirmaciones, se especula con que el iPhone 6 incorporaría un estabilizador de imagen óptico, un sistema mucho más potente y efectivo que el digital. Por si esto fuera poco, y volvemos a repetir que basándonos en la solicitud de patente que nos ocupa, este nuevo buque insignia que se espera para septiembre montaría una nueva tecnología capaz de sacar el máximo partido en la combinación entre este OIS y un modo ráfaga específico para tales efectos. A continuación lo explicamos de forma más detallada.
Justo cuando ya comienza a perfilarse el candidato a diseño final del iPhone 6, el cual hemos podido ver ya en color “plata” y una segunda variante en “gris espacial”, surge nueva información relacionada con el terminal, pero en este caso estrechamente ligada con el hardware y el software del dispositivo móvil. Más concretamente, son detalles que nos acercan a la realidad del módulo de cámara principal que incorporará este nuevo iPhone 6 -pendiente de confirmación- y, sobre todo, la forma en que será controlado por el software.
Una tecnología similar al HDR actual, pero aún más efectiva
El apartado del hardware, en cuanto al apartado fotográfico del iPhone 6, parece que vendrá determinado por un módulo de cámara principal con sensor de 8 megapíxeles. Sin embargo, Apple es experta en sacar enorme partido de su hardware a través del software de su sistema operativo móvil, iOS. Por lo tanto, era de esperar que surgiese nueva información como la que hoy traemos. Si conocéis la tecnología HDR, sabréis que consiste en la toma de tres fotografías seguidas con valores de exposición diferentes. Tras la captura de estas tres tomas, el terminal procesa las imágenes y las combina para dar mayor visibilidad a todos los elementos, de esta forma se alcanzan mejores resultados en capturas a contra luz, por ejemplo.
Pues bien, básicamente la nueva tecnología que Apple ha presentado en su solicitud de patente en los Estados Unidos es muy similar. A través del uso de un modo ráfaga, el cual actuaría de forma automática sin necesidad de ser activado por el usuario, el iPhone 6 tomaría varias instantáneas -número no determinado aún- que posteriormente serían combinadas de igual forma. Ahora bien, ¿qué pasa si entre estas capturas realizamos algún movimiento involuntario, o simplemente nos tiembla el pulso? Absolutamente nada. Y es que Apple habría considerado también esta posibilidad, por lo que incluye en esta tecnología un sistema mecánico de estabilización óptica de la imagen. Como explicábamos anteriormente, los sistemas mecánicos, en este sentido, son mucho más efectivos que los digitales, los cuales hacen uso de software y ofrecen resultados bastante inferiores.
Un procesador secundario, como el M7, sería utilizado por la cámara del iPhone 6
Teniendo en cuenta los avances que Apple alcanzó con el chipset A7 del iPhone 5s y su coprocesador M7, las cosas parecen a priori difíciles. Y es que, siendo el A6 el primer procesador de 64 bits y basándonos en que éste es tan potente como el de un ordenador, ¿con qué puede sorprendernos Apple, con el iPhone 6, en este sentido? Parece casi obvio que el salto en potencia será más bien reducido, mientras que el uso de los coprocesadores se postula como posible protagonista de cara al iPhone 6. Actualmente, con el iPhone 5s, Apple ha dotado a su terminal de referencia de la capacidad de efectuar ciertos procesos sin necesidad de consumir apenas batería. Por ejemplo, la utilización del GPS en procesos secundarios apenas reduce la autonomía, así como el uso del terminal como podómetro.
No obstante, el uso de un nuevo coprocesador, o incluso este mismo -el que sería llamado M8- podría estar directamente orientado a cubrir funciones como la que nos ocupa en estas líneas, la cual tiene que ver directamente con el apartado fotográfico del teléfono de Apple. De esta forma, los de Cupertino dispondrían en su flagship de un coprocesador dedicado al procesamiento de estas ráfagas de fotografías. Y este proceso llevado a un coprocesador “secundario” sería tratado de forma que no consuma recursos del procesador principal, y así no reduciría la potencia y fluidez del dispositivo, a la vez que se dedicaría menos energía -batería- y mayor potencia al procesamiento de varias imágenes, y de esta manera podrían alcanzarse resultados muy superiores combinando diferentes tomas de forma casi instantánea.
Por otro lado, y ya concluyendo con esta nueva tecnología, se espera que Apple aumente la velocidad de captura de su módulo principal de cámara. Esto significa que, por una parte, en el modo fotografía podrían realizarse ráfagas más rápidas, mientras que en el modo vídeo esto se traduciría directamente en la posibilidad de capturar secuencias a un mayor número de fotogramas por segundo. Esto último quiere decir que los vídeos a cámara lenta o “slowmotion” serían aún más lentos, captando así más detalles que en el iPhone 5s.
Fuente: adslzone.net y movilzona
Teniendo en cuenta los avances que Apple alcanzó con el chipset A7 del iPhone 5s y su coprocesador M7, las cosas parecen a priori difíciles. Y es que, siendo el A6 el primer procesador de 64 bits y basándonos en que éste es tan potente como el de un ordenador, ¿con qué puede sorprendernos Apple, con el iPhone 6, en este sentido? Parece casi obvio que el salto en potencia será más bien reducido, mientras que el uso de los coprocesadores se postula como posible protagonista de cara al iPhone 6. Actualmente, con el iPhone 5s, Apple ha dotado a su terminal de referencia de la capacidad de efectuar ciertos procesos sin necesidad de consumir apenas batería. Por ejemplo, la utilización del GPS en procesos secundarios apenas reduce la autonomía, así como el uso del terminal como podómetro.
No obstante, el uso de un nuevo coprocesador, o incluso este mismo -el que sería llamado M8- podría estar directamente orientado a cubrir funciones como la que nos ocupa en estas líneas, la cual tiene que ver directamente con el apartado fotográfico del teléfono de Apple. De esta forma, los de Cupertino dispondrían en su flagship de un coprocesador dedicado al procesamiento de estas ráfagas de fotografías. Y este proceso llevado a un coprocesador “secundario” sería tratado de forma que no consuma recursos del procesador principal, y así no reduciría la potencia y fluidez del dispositivo, a la vez que se dedicaría menos energía -batería- y mayor potencia al procesamiento de varias imágenes, y de esta manera podrían alcanzarse resultados muy superiores combinando diferentes tomas de forma casi instantánea.
Por otro lado, y ya concluyendo con esta nueva tecnología, se espera que Apple aumente la velocidad de captura de su módulo principal de cámara. Esto significa que, por una parte, en el modo fotografía podrían realizarse ráfagas más rápidas, mientras que en el modo vídeo esto se traduciría directamente en la posibilidad de capturar secuencias a un mayor número de fotogramas por segundo. Esto último quiere decir que los vídeos a cámara lenta o “slowmotion” serían aún más lentos, captando así más detalles que en el iPhone 5s.
Fuente: adslzone.net y movilzona
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