Está claro que desde que Facebook compró WhatsApp se ha desatado una pequeña ola de desconfianza alrededor de la aplicación de mensajería, aunque sólo sea por esa costumbre que han tenido siempre los de Mark Zuckenberg de interesarse por todo lo que hacemos y sacar tajada económica de ello. Así que si estás con la mosca detrás de la oreja, no te pierdas estas pequeñas recomendaciones para hacer más privadas tus conversaciones.
Está claro que, como cuentan nuestros compañeros de ADSL Zone, la irrupción de Telegram ha dejado con las verguenzas al aire los términos de privacidad por los que se mueve WhatsApp, que están bastante alejados del ideal que deberíamos disfrutar todos. Pero bueno, mientras reaccionan y se ponen a la altura de la aplicación de los rusos, lo mejor es ir ensayando algunas técnicas para blindar todo lo que hacemos y decimos.
La primera de las cosa que deben controlar es la ‘última hora de conexión’, más que nada por si no quieren que el resto del mundo sepa cuándo fue la última vez que estuvístes ‘dale que te pego’ con WhatsApp. Obviamente todo esto dependerá de lo mucho o poco que queráis esconder: “no Papá, ayer me acosté pronto” mientras en vuestro WhatsApp aparece que estaban conectados a las 5 de la mañana… ejem.
En iOS puedens desactivar esta opción sin problemas desde hace tiempo pero en Android todavía no está disponible, salvo que vayáis a la web oficial y os descarguéis la Beta que sí incluye este menú. Con esta opción ya podréis elegir a quien queréis que se le muestre vuestra última hora de conexión a WhatsApp: a todos, a mis contactos o a nadie.
Otro punto importante para mantener la privacidad es la opción de bloquear contactos. Ojo, aquí no es posible bloquear todos los mensajes que nos entren o decir que salvo que lo tengamos en la agenda no queremos que nadie nos escriba. Nuestro número es público y cualquiera puede enviarnos un primer mensaje. Si por lo que sea no nos gusta y queremos cortar de raíz la conversación, lo mejor es bloquearlo y ya no tendremos más quebraderos de cabeza. También es recomendable no configurar WhatsApp para que descargue automáticamente todo el contenido de imágenes y vídeos que nos lleguen, no sea que entren ‘sorpresitas’ de contactos desconocidos que no nos hagan mucha gracia.
Por último, recordar lo que significan los distintos clics de cada mensaje, que aún hoy todavía se producen algunos malentendidos que acaban en discusiones acaloradas sobre si ‘leíste o no eso que te dije el otro día’. Cuando aparece el reloj es que el mensaje está saliendo de nuestro móvil. Cuando aparece un clic es que ha llegado a los servidores de WhatsApp y cuando hay dos clics, que el dispositivo de la persona a la que le mandamos el mensaje ya lo ha recibido en su terminal, lo que no quiere decir que lo haya leído.
Fuente: La Vanguardia vía ADSL Zone y movilzona
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