De vez en cuando hay momentos en los que uno tiene suerte, y hace unos días parece que me tocó. Cuando parecía imposible hacerse con un iPhone 5s en una Apple Store física (y no esperar las 2-3 semanas de la Online) llegó una nueva remesa de terminales y me encontré en una Apple Store con la posibilidad de llevarme una unidad en ese mismo momento. Y ahí empezaron mis dudas.
Estética
Desde que Apple presentó el iPhone 5s he de reconocer que el color dorado me tiraba más por ser la novedad, por lucir diferente al iPhone 5 y porque frontalmente me parecía el más bonito, y de hecho me lo sigue pareciendo. Finalmente fue el modelo que escogí, pero ni por asombro me imaginaba que el iPhone 5s negro sería tan distinto a las fotos, no tiene absolutamente nada que ver y no me extraña que sea el color más escogido según las últimas estadísticas.
En este apartado aprovecho para decir que el iPhone 5c sorprende una barbaridad. Será de plástico, pero cuando lo tienes en la mano se te olvida esa palabra. Es un producto muy sólido, con una pinta de resistirlo absolutamente todo y con una estética que me ha gustado bastante. Para el que no necesite lo último y quiera ahorrarse cien euros creo que se encontrará con un terminal magnífico.
Las novedades
Todo el que actualiza un producto Apple (yo vengo del iPhone 5) lógicamente se tiene que centrar en las novedades, y eso es lo que hice en cuanto puse mis manos sobre el iPhone 5s. Así que vamos por partes.
Touch ID es, para mí, la mejor novedad. Hay que usar un iPhone 5s para no querer volver ni en pintura al sistema clásico de desbloqueo. Con Touch ID basta con pulsar el botón home, mantener encima el dedo y en un tiempo rapidísimo estaremos dentro del iPhone sin haber tocado la pantalla ni haber puesto código alguno.
La mejora de la cámara también es evidente. Los videos en cámara lenta son adictivos de crear (aunque falta que se puedan exportar de una forma más sencilla a apps como Instagram), el flash nos da fotos nocturnas de una calidad superior a las del iPhone 5 y las fotos en general mejoran sea cual sea la condición.
Para finalizar tenemos otras mejoras como el nuevo procesador A7, que hace que el iPhone vaya más rápido que todos sus antecesores, si bien es cierto que bajo un uso normal no hay diferencia alguna con el iPhone 5. El co-procesador M7, la duración de la batería mejorada y las mejora en la velocidad de las conexiones inalámbricas también están ahí para poner su granito de arena, y en conjunto todo se nota.
¿Merece la pena?
Esta es una pregunta muy personal, depende mucho del terminal anterior que tengas, de la situación financiera y de lo que uses el iPhone. Para un uso eventual con un iPhone 4S o un iPhone 5 hay de sobra y te ahorras una cantidad importante… pero si tu situación económica es solvente y quieres tener el mejor smartphone del mercado pues quizás el iPhone 5s sea una buena inversión.
Aquí cada uno tiene una opinión y la tendencia generalizada es criticar lo que hacen los demás cuando no concuerda con lo que cada cual piensa que es correcto. No es lo mismo una persona que gana 1000 euros al mes y se gasta 700 en un iPhone 5s que una que gana 2800, vende su actual iPhone 4S por 300-350 y compra el iPhone 5s con una inversión que ronda el 10% del sueldo mensual. Cada caso es un mundo, cada persona tiene unas exigencias, cada cual tiene unas necesidades y no creo que seamos nadie para criticar lo que hace el de al lado, aunque sea uno de los deportes nacionales por aquí.
Si el dinero no es un problema, el iPhone 5s es el mejor teléfono que se puede comprar a día de hoy en todo el mundo. Pero si tu presupuesto es limitado o no eres demasiado exigente, tanto el iPhone 4S como el iPhone 5 son terminales muy aptos para el día a día, eso tampoco se duda. Tu cartera y tus necesidades, no hay más.
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