En la última ronda de patentes de Apple que publica Patenly Apple hay una muy interesante que describe lo que podría ser una característica que se estrenaría con iOS 7 y el próximoiPhone 5S. Con el descriptivo título de “Ajuste de las propiedades acústicas dependiendo de la detección de proximidad” describe un nuevo sistema que permitiría, a partir del sistema de detección de proximidad, que el iPhone calculara la distancia a la que está el usuario y ajustara de forma dinámica el volumen del altavoz.
Una patente que usa lo que ya hay en los teléfonos de Apple
La razón de apostar por algo que podría estrenar el iPhone 5S, y que eventualmente también podría llegar a otros terminales de Apple, es que no necesita de nuevos sensores sino que se apoya en los existentes ya en los terminales como la cámara frontal, el sensor de iluminación o el sensor de infrarrojos frontal, que se usa actualmente para apagar la pantalla cuando la acercamos a la cara en una llamada.
Además de ajustar el volumen del altavoz, lo que permitiría que si dejamos el teléfono encima de una mesa se active el manos libres automáticamente, este nuevo sistema también actuaría sobre el micrófono, que subiría el volumen para que nuestro interlocutor nos escuchara adecuadamente pese a estar algo más lejos del dispositivo.
El usuario podría definir sus propios perfiles
Apple comenta en un apartado del documento que pese a que este sistema tendría predefinidos diferentes modos por defecto, podría ser personalizado y mejorado por el propio usuario, ya que se le ofrecería la posibilidad de crear diferentes perfiles personales de volumen de altavoz y micrófono dependiendo de la distancia.
El sistema de proximidad ya generó dolores de cabeza a Apple con el iPhone 4
Aunque esta patente no deja de ser interesante, no podemos dejar de recordar que el sensor de proximidad ha sido uno de los componentes que le ha dado algún que otro dolor de cabeza a Apple. Allá por 2010 y con el iPhone 4 recién estrenados, además del Antennagate también se habló de los problemas de calibración del sensor de proximidad de los teléfonos de Apple, que activaba la pantalla cuando lo teníamos cerca de la cara causando algún que otro problema al usuario. Bien es cierto que el problema se resolvió con una actualización de iOS tres meses después y no se han vuelto a tener noticias de mal funcionamiento de este elemento en las siguientes generaciones de iPhone.
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