Una persona en los momentos difíciles
La primera de las anécdotas sobre Steve Jobs nos lo dibuja como una persona cercana, capaz de estar en los momentos difíciles. Refleja el lado más personal del cofundador de Apple, cuando Heidi Roizen (jefa de una empresa que distribuía software para Mac) perdió a su padre.
El 1 de marzo 1989 Steve me llamó para hablar de una negociación, y como era Steve contesté la llamada, a pesar de que acababa de enterarme la noche antes de que mi padre había muerto repentinamente mientras estaba en un viaje de negocios en París. Cuando le conté a Steve lo que había pasado, dijo: entonces, ¿por qué estás trabajando? Tienes que ir a casa. Voy para allá.
[...] Él me pidió que hablara sobre mi padre, lo importante de él, lo que más me gustaba de él. La madre de Steve había fallecido unos meses antes, así que creo que estaba identificado en particular con lo que sentía y lo que tenía que hablar. Siempre recordaré y apreciaré lo que hizo por mí ayudandome a llorar.
El prototipo del iPhone
Marc Andreessen tuvo el honor de conocer el iPhone antes de su presentación (2007). Unos meses antes pudo ver el prototipo del smartphone mientras cenaban, y como algunos por aquél entonces tenía sus dudas sobre eléxito del dispositivo.
En el otoño de 2006, mi esposa, Laura, y yo fuimos a cenar con Steve y su encantadora esposa Laurene. Sentados fuera del restaurante en California Avenue en Palo Alto, esperando una mesa, en una suave noche en Silicon Valley, Steve sacó su prototipo personal de iPhone del bolsillo de sus vaqueros y dijo: ven, deja que te enseñe algo. Me llevó a dar un paseo a través de todas las características y capacidades del nuevo dispositivo.
Después de una cantidad adecuada sorpresas y maravillas, me aventuré con un comentario. Siendo tan aficionado a BlackBerry, le dije: vaya, Steve, ¿no crees que va a ser un problema no tener un teclado físico? ¿La gente realmente va a ser bien escribir directamente en la pantalla?. Él me miró directamente a los ojos con esa mirada penetrante y dijo: se acostumbrarán a ella.
En aquella fecha era difícil pensar que la apuesta del iPhone iba a funcionar, la antigua RIM se burló de la ausencia de teclado, incluso Steve Ballmer se escandalizó con muchos aspectos del iPhone. Seis años después el mercado ha cambiado mucho.
Espíritu navideño
Regis McKenna, uno de los primeros ejecutivos de Apple y el responsable del área de marketing en los 80 fue uno de los empleados más cercanos a Steve en esa fecha. En la Navidad de 1998, diez años después de su etapa juntos tuvieron una de las anécdotas sobre Steve Jobs más curiosas.
En 1998 mi esposa y yo compramos cinco iMacs como regalos de Navidad para nuestros nietos. Los vimos abrir sus regalos, y cuando Molly, de cinco años de edad, abrió su iMac, dijo: la vida es buena. Desafortunadamente, el iMac de Molly tenía un problema. Después de usarlo un par de horas, la unidad de disco no se podía abrir. El distribuidor me dijo que no estaba autorizado a cambiar el equipo por otro debido a una política de Apple. La reparación conllevaría varias semanas, me dijo.
Envié un correo electrónico a Steve y le pregunté sobre la política de devoluciones de Apple para un producto nuevo. A los cinco minutos sonó el teléfono. Era Steve. Me preguntó cuál era el problema y el nombre del distribuidor. Yo te encargo, dijo. Unos minutos más tarde sonó el teléfono y era un distribuidor muy preocupado. Tengo un nuevo iMac aquí para su nieta, dijo. Envié un correo electrónico a Steve, dándole las gracias y asegurándole que había convertido la Navidad de mi nieta en la más feliz. Steve inmediatamente respondió con un simple: Ho, ho, ho.
En la actualidad, muchos sabréis que si vuestro iPhone o cualquier dispositivo tiene un problema, el cambio en una Apple Store por uno nuevo es casi automático. La atención al cliente es uno de los puntos fuertes de Apple, y tal vez este acontecimiento tuviera algo que ver en el cambio de la política de devoluciones.
El plan para regresar a Apple
De entre las múltiples anécdotas sobre Steve Jobs y McKenna, hay otra especialmente sorprendente, acontecida en 1985, justo después del despido de Jobs en Apple. En aquél momento había sido apartado de la compañía que creó, y fundó NeXT, pero el futuro le deparaba una sorpresa.
Steve dijo que Apple podría incluso beneficiarse de su marcha. Su nueva compañía, posiblemente, podría desarrollar una tecnología que Apple podría utilizar y de esa manera beneficiar a la empresa.
Tal vez podamos desarrollar un nuevo producto exitoso que mejore la línea de productos de Apple y haga que nos compren, me dijo Steve.
En 1996, Apple compró NeXT, permitiendo la vuelta de Jobs como CEO a la compañía que fundó y posibilitando el resurgir de la empresa que conocemos hoy, y que tantos productos exitosos ha creado.
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