Concedida a finales de agosto, esta patente de Apple es un tanto peculiar ya que permitiría actuar sobre los dispositivos inalámbricos, modificando aspectos funcionales u operativos, dependiendo de lo que acontezca en un momento o un evento determinado. Explicando así la noticia, que hemos conocido a través de la página ZDNet, no podemos llegar a comprender el alcance de esta patente. Ahora, si decimos que se trata de actuar sobre los dispositivos móviles para evitar que estos se comuniquen con otros equipos inalámbricos (por ejemplo, en el ámbito académico) o para forzar a los dispositivos electrónicos a que adopten el “modo silencio” en un determinado sitio o zona, seguro que lo entendemos mejor. Es decir, en el primer caso estaríamos evitando que los equipos móviles puedan servir para hacer trampas, por ejemplo, en exámenes, y en el segundo caso estaríamos evitando que un terminal móvil pudiera sonar en un cine o en un teatro.
Más alcance de lo que parece
Explicado como lo hemos hecho hasta ahora parece muy útil. Sin embargo las posibilidades de esta patente van más allá ya que se puede utilizar para restringir el derecho, por ejemplo, de los manifestantes a expresar sus opiniones en países opresivos. ¿Cómo? Muy fácil, evitando que las cámaras puedan capturar imágenes o realizar grabaciones de vídeo en cualquier tipo de concentración o protesta.
La tecnología, desde un punto de vista objetivo, no es ni buena ni mala. Es el uso que hacemos de ella lo que la convierte en algo espantoso o beneficioso y productivo. Apple explica, con relación a esta patente, que los dispositivos inalámbricos forman parte de nuestra vida, laboral y social, y que, frecuentemente, pueden ser molestos, inoportunos e incluso, desagradables en ciertas situaciones como ceremonias religiosas, cines, teatros o conferencias. También añade que en ciertas circunstancias la policía y los gobiernos pueden necesitar un “apagón” tecnológico. Del mismo modo, en un aeropuerto, este tipo de tecnología podría mejorar la seguridad y forzar a los dispositivos a entrar en “modo avión” cuando se sube a uno de ellos, evitando así los olvidos de los pasajeros. Otro ejemplo de aplicación sería una amenaza terrorista o de seguridad en una terminal, pudiendo desactivarse las comunicaciones inalámbricas en una determinada zona.
Con estas explicaciones Apple ha dejado claro que ellos implementarían la tecnología pero que la decisión de activar o no una determinada “función”, a modo de interruptor remoto, sería de los gobiernos, empresas y operadores de redes que tendrían que establecer políticas al respecto.
Opciones
La tecnológica de esta funcionalidad permitiría su activación por GPS, Wi-Fi o estaciones base de telefonía móvil, pudiendo actuar sobre una zona muy concreta. El ejemplo que ponen es evitar que las cámaras de terminales móviles puedan hacer fotografías o grabar vídeo, pero también no permitir que los equipos de empresa se conecten a redes no autorizadas. La pregunta que nos suscita esta patente es el alcance que pueda tener, por ejemplo, sobre la libertad de expresión o de prensa en países opresivos. De todas maneras, no siempre que se concede una patente, significa que se utilice finalmente, pero nos da una idea de en qué están trabajando las empresas de tecnología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.