Ya es oficial. La próxima versión del iPhone se presentará el 12 de septiembre en San Francisco y saldrá a la venta nueve días después. Lasexta generación del teléfono más famoso del mundo parece que traerá cambios más sustanciales de los que acostumbra a ofrecer Apple en sus nuevos modelos. Evoluciones que, aun así, han revolucionado mucho más que la industria de la telefonía móvil.
Steve Jobs presentó el primer iPhone en enero de 2007, tras meses de rumores y secretismo. Y gustó, pero no tanto. Muchas de las primeras reacciones fueron de escepticismo y decepción. Internet se quejaba de que Apple no revolucionaba nada con su último dispositivo. Sin embargo, los meses y su éxito en las tiendas sentenciaron lo que ahora es poco menos que incuestionable: fue el nacimiento de un cambio que ha afectado a los hábitos de vida de millones de personas. Más que un teléfono móvil.
iPhone original
«Un nuevo teléfono, un nuevo iPod, una nueva forma de navegar por internet». Así lo presentó Steve Jobs. Y se quedó corto. No era el primero con pantalla táctil, pero sí el primero que respondía con precisión y fluidez. Ni el primero que permitía navegar por internet, pero sí el único que lo hacía cómodo y ágil. Tampoco el primero en incluir música, vídeos o juegos, aunque revolucionó sus posibilidades. El iPhone fue el patrón por el que se regiría la telefonía móvil a partir de entonces.
El primer iPhone montaba una pantalla de 3,5 pulgadas que entonces parecía enorme, brillante, excesiva. Hoy, comparada con la de otros modelos de la competencia, es diminuta. La envolvía una carcasa metálica que muchos aún echan de menos y es posible que vuelva —remodelada— en la próxima versión.
No tenía conexión 3G, ni App Store. Y aun así triunfó. Steve Jobs prometió que presentaba un teléfono «cinco años adelantado a su tiempo». No hizo falta tanto para alcanzarlo, pero sí para que modelos alternativos hiciesen sombra en su popularidad.
iPhone 3G
La primera evolución del iPhone trajo dos de las prestaciones más demandadas: GPS y conexión 3G. Pero sobre todo trajo la segunda versión de iOS, el sistema operativo móvil de Apple. Ésta incluía la App Store, la tienda de aplicaciones que generó miles de puestos de trabajo y miles de millones de dólares de beneficios a base de vender aplicaciones baratas.
Este segundo modelo, que se presentó exactamente un año después que el original, se vendió en muchos más países y fue el primero en llegar a España de manera oficial. Asentó definitivamente el camino a seguir por los fabricantes de telefonía móvil y cambió la relación entre las operadoras y los fabricantes. La demanda era tal que Apple imponía sus condiciones:exclusividad, porcentajes de los beneficios. El iPhone 3G fue un terremoto que sacudió a fabricantes, a operadores y a los usuarios.
El iPhone 3G también renovó el aspecto físico del teléfono. La carcasa en aluminio pasó a ser deplástico, más ligera y también más frágil. El modelo de 16Gb, además, ofrecía la que fue la primera versión en blanco del terminal.
iPhone 3GS
Un año después, en enero de 2009, se presentó una versión mejorada del 3G. Procesador renovado, más memoria RAM, una cámara de fotos con más resolución y autoenfoque. Brújula. Y poco más.
El mismo aspecto que el iPhone 3G, aunque «dos veces más rápido». Suficiente para vender millones de terminales y consolidar los buenos resultados del modelo anterior. Éste fue el primer teléfono de Apple que se enfrentó a otros con mayores prestaciones de hardware. Android ya crecía con mucha fuerza.
iPhone 4
Los millones de fans de Apple tuvieron que esperar 18 meses hasta el siguiente lanzamiento. Desde Cupertino anunciaron, en junio de 2010, un terminal totalmente renovado. En aspecto, en hardware, en tecnología, en sistema operativo. Pantalla Retina con el doble de resolución,vídeo en HD, procesador de doble núcleo, multitarea. El smartphone más fino hasta la fecha. El iPhone 4 supuso un salto en todos los sentidos.
La compañía de la manzana resolvió de un plumazo las carencias que tenía el 3GS, que ya languidecía contra los últimos Android de HTC y Samsung.
El terminal fue un éxito de ventas, y todavía se fabrica. Aun así, dos polémicas marcaron el nacimiento del iPhone 4. La primera, cuando un empleado de Apple perdió uno de losprototipos. La web de tecnología Gizmodo lo compró por 5.000 dólares y desveló tanto su aspecto como sus características. El trabajador fue despedido y Gizmodo fue vetada de los eventos de la compañía de la manzana.
Unos meses después, con el teléfono recién llegado a los escaparates, los problemas de antena del teléfono desembocaron en el «Antennagate». Los bordes metálicos del terminal se podían «cortocircuitar» con los dedos y hacían que se redujese la cobertura hasta el punto de cortar las llamadas. La solución pasaba por ponerle una funda, que Apple incluso regaló a los que la pidieron.
iPhone 4S
Tras 16 meses, en octubre de 2011, Apple lanzó la quinta versión de su teléfono. El iPhone 4S. El aspecto de su antecesor, aunque nuevas características tanto de hardware como de software. De hecho fue Siri, el asistente por voz, el principal protagonista.
Como siempre que está cerca la presentación de un nuevo iPhone, los rumores coparon la red. Se esperaba el iPhone 5. Con una pantalla más grande y prestaciones futuristas. Aun así el nuevo terminal de Apple batió el record de ventas durante la primera semana.
Qué ha cambiado
El iPhone estableció una nueva categoría de teléfono y redefinió el significado de smartphone. Marcó un camino que han seguido primero Android y después Windows Phone. Convirtió los terminales móviles en algo imprescindible para millones de personas.
En menos de seis años los smartphones copan una importante cuota del mercado de los teléfonos móviles. En España ya suponen casi el 50 por ciento del total. Samsung, HTC y otras muchas han florecido al calor de Android. Los que buscaron su propio camino, como Blackberry y Nokia, languidecen en los mercados de valores y en las tiendas.
Las aplicaciones móviles y el App Store han creado un nuevo mercado global que ha dado a miles de desarrolladores de todo el mundo una oportunidad que nunca antes tuvieron. Muchos han ganado millones de dólares vendiendo programas a 99 centavos.
La simbiosis entre las redes sociales y los teléfonos inteligentes han revolucionado la comunicación interpersonal. Compartir fotos e ideas con una pulsación de dedo ha hecho el mundo más pequeño, más cercano. Según algunos, también lo ha hecho más artificial y menos humano.
Otras industrias como la de los videojuegos o los medios de comunicación han encontrado en los smartphones un soporte exitoso para sus productos. Según Metrolectores, una plataforma de ciudadanos que estudian los hábitos de lectura en el transporte público, los teléfonos inteligentes sólo quedan por detrás del libro de papel para leer en el suburbano.
En definitiva, unos cambios más profundos de lo que nadie podía imaginar cuando, en enero de 2007, salió Steve Jobs a un escenario para presentar «un nuevo teléfono, un nuevo iPod, una nueva forma de navegar por internet».
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