Y es que se encontró una relación entre aquellos que sufren cuadros de stress y el uso intensivo de aparatos móviles, siendo más propensos a tener esta enfermedad mental quienes revisan más a menudo la pantalla de su aparato, los que estarían sintiendo estas vibraciones fantasmas cuando otros, más relajados, no escuchan nada.
Porque según se dice, los mismos beneficios que otorga un smartphone son los que generan presión constante y creciente por mantenerse al día con ellos, ya que éstas herramientas, si bien sirven para desempeñar mejor los trabajos, generan dependencia e inician un círculo vicioso en el que mientras más se revisa el teléfono, más exitoso se es, y mientras más exitoso se es, mayor es la ansiedad por revisar el móvil.
A raíz de esto, los investigadores envían una recomendación para que los empleadores se preocupen por el tema:
“Las organizaciones no prosperarán si sus empleados están estresados, independiente de la fuente del stress, así que es de su interés instar a sus empleados para que apaguen sus móviles, reduzcan la cantidad de correos electrónicos enviados fuera del horario de trabajo y reduzcan la tentación de la gente por revisar sus dispositivos.”
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