En fin, nada perdemos con contarles lo que dice esta firma de inversión a través de su analista Katy Huberty: luego del lanzamiento de la iPad 3 en la primera mitad de este año, el mundo recibirá al iPhone 5, un móvil que sería mucho más delgado pues integraría una nueva tecnología táctil acompañada de materiales más ligeros para la carcasa.
Otro detalle dentro de su predicción, es la colocación de un chip Qualcomm quad-band para que el iPhone 5 sea útil tanto en redes 3G como e LTE. El resultado, que se intuye visualmente parecido a la iPad 2, llenaría de buenos momentos a los de Cupertino pues, a decir de la analista, “Apple y su cadena de suministros están sorprendidos muy positivamente por la demanda de iPhone 4S, lo que incrementa la confianza en unas buenas ventas de iPhone 5 a finales de año… Se espera un crecimiento del mercado de iPhone del 50% respecto el año pasado.”
Ahora bien, ¿qué hay acerca de la batería? Los usuarios en general se quejan poco (o nada) del peso del móvil, de su espesor o de los materiales de la carcasa, pero frecuentemente expresan que desearían equipos con mayor autonomía… ¿Acaso Apple no ha conseguido un desarrollo útil para mejorar el iPhone en este sentido?
Si bien es cierto que durante toda su existencia para los dispositivos de la manzanita ha importado muchísimo el diseño, también lo es que la popularidad del iPhone y la iPad les está llevando a ser una marca cada vez más masiva, lo que a su vez atrae a usuarios con exigencias distintas a las que han tenido por años los que toman los equipos Apple como objeto de culto… ¿Le interesará a Apple satisfacer, en el corto plazo, las inquietudes de quienes quieran valorar más el rendimiento que la forma?
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